Octubre en la Región Cuyo de Argentina: El mes donde la vid se juega su arquitectura productiva.

En Cuyo, octubre marca un punto de inflexión en el ciclo de la vid. Los brotes ya superan los 15–20 cm, las hojas se expanden y comienza la formación visible de inflorescencias. Es un mes de pleno desarrollo vegetativo, donde la planta destina gran parte de su energía a construir la estructura que sostendrá la producción.

  • Alta síntesis proteica y enzimática para sostener la división y elongación celular.
  • Nutrientes rápidamente disponibles, en especial nitrógeno, potasio, magnesio y micronutrientes.
  • Equilibrio hormonal, que permita un crecimiento vigoroso pero ordenado.
  • Capacidad de defensa frente a condiciones adversas (heladas tardías, Zonda, plagas y enfermedades).

Los bioestimulantes son aliados estratégicos en este período crítico:

  •   Aminoácidos: aceleran la síntesis de proteínas, estimulan la fotosíntesis y mejoran la eficiencia del metabolismo, sosteniendo un crecimiento vigoroso y continuo.
  • Polifenoles y compuestos antioxidantes: reducen el impacto del estrés oxidativo asociado a radiación intensa, viento Zonda o heladas tardías. 
  • Extractos vegetales y fitohormonas naturales: equilibran el crecimiento, evitando desbalances entre parte aérea y radicular.
  • Aplicaciones radiculares: promueven raíces jóvenes y activas, mejorando absorción de agua y nutrientes justo cuando más se necesitan.
  • Aplicaciones foliares: promueve brotes más firmes, hojas más activas, mejoran nutrición y aumentan la resiliencia del cultivo.
  • Brotes más uniformes y consistentes.
  • Hojas con mayor área fotosintética y color verde intenso.
  • Plantas con estructura sólida y equilibrada, preparadas para la futura floración.
  • Mejor resiliencia frente a contingencias climáticas y sanitarias.

Octubre es el mes de un activo desarrollo vegetativo en la vid. El éxito de esta etapa define la calidad de racimos y la capacidad productiva.

La aplicación estratégica de bioestimulantes asegura que la planta cuente con la energía, vitalidad y resistencia necesarias para crecer de manera equilibrada y expresar todo su potencial productivo que se verá reflejado enológicamente.

En SIMBIOS, acompañamos cada etapa con soluciones que respetan el ritmo de la planta y potencian su expresión productiva. Porque el desarrollo vegetativo no es solo crecimiento: es la base de la calidad enológica.